Nueva perspectiva sobre el rendimiento económico del ganado porcino

Para una producción porcina económica y sostenida, interactúan las vías ambiental, social y económica. Las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de la tierra son aspectos de la vía medioambiental, mientras la salud y el bienestar de los animales pertenecen al ámbito social. Lo ideal es que las iniciativas de sostenibilidad aborden una serie de temas que abarquen las tres vías de sostenibilidad. Una innovación centrada en la mejora de una de ellas podría tener consecuencias adversas e inesperadas para las restantes. Esto puede disminuir el rendimiento global sostenible del sistema. Es necesario tener en cuenta las tres vías de sostenibilidad para crear soluciones para el sector porcino que sean económicamente viables, medioambientalmente correctas y aceptables desde una perspectiva social. El objetivo de Hendrix Genetics es allanar el camino hacia una industria porcina más sostenible desde el punto de vista económico. Como líder mundial en genética porcina, con nuestra marca Hypor, queremos sentar las bases de una selección sostenible.

En este artículo nos centraremos en la sostenibilidad económica del sector porcino, cuyos indicadores evidentes son los ingresos, los costes y la rentabilidad. Para abordar estos indicadores nos centraremos en:

1. mejorar la eficiencia,
2. mejorar la productividad
3. y reducir los desperdicios.

El progreso genético busca principalmente mejorar la eficiencia paso a paso con el fin de crear rentabilidad económica para la cadena porcina. La eficiencia del modo en que las cerdas, los lechones y los cerdos de engorde producen carne de cerdo es la base del programa de selección de Hypor. Para empezar, mejoramos constantemente el índice de conversión de la cerda, que suele ser un aspecto olvidado en el que hay diferencias entre las distintas líneas genéticas de las madres.

Además de una cerda con un buen índice de conversión, también es importante la eficiencia del personal laboral. La mano de obra en las granjas es cada vez más escasa, por lo que el comportamiento tranquilo, la facilidad de manejo, la capacidad de destete y la duración de la vida reproductiva de la cerda son factores que afectan de forma significativa al trabajo diario en la granja. ¿Por qué desperdiciar mano de obra en tareas que una cerda autosuficiente puede realizar por sí misma?

Nuestro estándar sostenible para el número de tetas funcionales: 4 x 4 = 16

El número de tetas y su posición son importantes. Estamos trabajando para conseguir 16 tetas en total: 4 series por encima del ombligo y 4 series por debajo del ombligo. Con el objetivo general de que el número de tetas funcionales sea el mismo que el número total de lechones nacidos para evitar la necesidad de cerdas nodrizas.

Un aspecto adicional para mejorar la eficiencia de la cerda es asegurarse de que está dotada de los atributos adecuados, como tener suficientes pezones. En nuestras cabañas de reproductoras casi hemos alcanzado la media de 16. Esta cifra es importante para reducir la competencia por las tetas entre los lechones, al proporcionar una teta funcional para cada lechón y evitar así la necesidad de cerdas nodrizas. Las cerdas también necesitan proporcionar a sus crías calostro y leche de calidad.

La productividad se define normalmente como la relación entre la cantidad de producción y el insumo de los factores utilizados. Los resultados no se miden solo por las cifras, sino también por su calidad. La calidad es importante desde el principio. Por lo tanto, ejercemos una presión de selección sobre el peso al nacer de los lechones en todas nuestras líneas de productos. Hoy en día, alcanzamos una media de 1,5 kg/3,3 lb en nuestros lechones comerciales, lo que proporcionará más beneficios debido a una mayor capacidad de supervivencia, crecimiento y más cerdos de engorde de valor completo. Junto al peso al nacer, hemos puesto más presión en la selección para lograr una menor variación del peso al nacer dentro de una camada. La uniformidad es rentable durante toda la fase, desde el nacimiento hasta el engorde, pues permite realizar más rotaciones por año y poner un mayor número de cerdos en el mercado.

Nuestro estándar para un peso sostenible de los lechones al nacer: 1,5 kg/3,3 lb

Se ha demostrado que el peso al nacer de los lechones influye en su rendimiento a lo largo de la vida, ya que los lechones con mayor peso al nacer tienen más probabilidades de sobrevivir y llegar al mercado en menos días. Nos esforzamos por no tener lechones de menos de 1 kg/2,2 lb al nacer.

Quizá la fuente más evidente de beneficios económicos sea la prevención de los desperdicios. Volviendo a la cerda, queremos evitar que se utilicen cerdas buenas para amamantar a lechones que no han parido ellas mismas. Es evidente que se trata de un coste oculto que tiene un enorme impacto en la sostenibilidad económica general de un productor porcino individual y del sector en su conjunto. Evitar el nacimiento de lechones de bajo peso mediante la selección genética ayuda a reducir el desperdicio de pienso, mano de obra y antibióticos, ya que la investigación ha indicado que los lechones pequeños son mucho menos eficientes con estos recursos. Este es un aspecto en el que tenemos una clara ventaja sobre la competencia. La supervivencia en las fases previa al destete, de cría y de engorde está estrechamente relacionada con el peso al nacer. Las bajas de animales en el proceso suponen una pérdida que queremos evitar en todo momento y, dependiendo del momento de cada baja, tienen diferentes consecuencias económicas. Por lo tanto, hemos fijado nuestro estándar para los cerdos de engorde de valor completo en el 95%.

Estándar: 95 %, cerdos de engorde de valor completo

Cualquier cerdo que alcance o sobreviva a los requisitos del mercado y/o del matadero con el peso objetivo especificado (dependiendo de la región). Esto significa que el 95 % de los cerdos criados deben llegar al mercado, y tenemos como objetivo un 2 % de mortalidad en la cría y un 3 % de mortalidad en el engorde.

Por último, después de toda la energía y todos los recursos invertidos en la cría de cerdos, debemos considerar el producto final. La rentabilidad económica de una canal puede verse afectada por el rendimiento, la pérdida por goteo, el espesor muscular, el espesor de grasa y la cantidad y calidad de la carne, dependiendo de la región. Cuantas más canales cumplan las expectativas del mercado o el matadero, mayor será el valor económico creado. Nos esforzamos por que el 98 % de los cerdos de engorde de valor completo que llegan al mercado alcancen la puntuación en salida a matadero. Esa puntuación variará de un lugar a otro, pero nuestras líneas terminales se adaptan a muchos mercados, con características de la canal que se ajustan bien a lo esperado.

Estándar: 98 % cumplen las expectativas

De los cerdos de engorde de valor completo que llegan al mercado, nos esforzamos por que el 98 % alcance la puntuación adecuada en salida. Depende del mercado que estas escalas utilicen un peso en vivo o en canal, el espesor muscular o de grasa, el porcentaje de magro o los valores de rendimiento para partes nobles.

La sostenibilidad económica es importante para el éxito continuado del sector porcino y proporciona una base sólida para aumentar la inversión en otras vías vitales de sostenibilidad social y medioambiental. Sentar las bases de una genética porcina sostenible es lo que nos permite contribuir a lograr una mejor selección hoy para una vida más radiante en el mañana.