"La mejor decisión que he tomado nunca": Historia de éxito de un cliente de Hypor

Crecí en la granja de mi familia, así que ha sido mi modo de vida desde que tengo uso de razón. Desde los tres o cuatro años sabía que iba a ser granjero y criar cerdos.

Tenemos 5.000 cerdas en total, en dos instalaciones diferentes. Criamos y vendemos lechones isowean y también retenemos una pequeña parte de esos isowean y criamos hasta el mercado. La granja comenzó como una unidad de 500 cerdas, pero nuestra familia ha hecho crecer el negocio de forma constante a lo largo del tiempo. Tenemos 11 empleados en total, además de los miembros de la familia que participan en la gestión de las operaciones.

El mercado es un reto para los cerdos isowean, ya que tiene sus altibajos. Tenemos que seguir impulsando la demanda de carne de cerdo para mantener la consistencia del mercado.

La cerda Hypor Libra es tan buena que me ha quitado problemas en cuanto a salud y mortalidad en la unidad de cerdas. Antes me iba a dormir por la noche preocupado por eso, pero ya no.

Hay que ser abierto y hablar con la gente para tranquilizarla diciéndole que la carne de cerdo es un gran producto, tanto para criar como para consumir. Los granjeros son gente tranquila, y tenemos que hablar con personas que no han visto animales, que no comen carne, para tranquilizarlas y que sepan que cuidamos de nuestros animales. La cerda Libra no se muere, los lechones son corpulentos, y esto hace que sea una historia fácil de contar a los consumidores.

La robustez es, con mucho, lo más importante. Los lechones también son muy robustos. Para mí, la forma más fácil de explicárselo a otro ganadero es que, pase lo que pase, tienes el mismo animal. En experiencias anteriores solíamos bromear diciendo que si oíamos un estornudo, entonces tendríamos problemas. Ahora, con la robustez de este animal, si haces tus procedimientos correctamente, el animal saldrá adelante. Esto añade valor porque maximiza el producto final.

Si nos fijamos en las cifras, las pérdidas por muerte de cerdas en mi rebaño anterior superaban el 10-11%. Ahora hemos bajado al 3,5%-4%, pero no hemos cambiado nuestras prácticas. Así que para mí, esto se atribuye únicamente a la calidad de la cerda. El número de cerdos destetados también ha aumentado gracias a su eficiencia. Con nuestra genética anterior, estábamos en 11,7 y ahora hemos alcanzado 12,2 de media de destete por cerda. Medio cerdo no parece mucho, pero cuando lo sumas en un año total puede ser más que miles de cerdos de 5.000 cerdas.

[MR1]??

Esto ha tenido un enorme impacto en nuestra mano de obra. Por ejemplo, en términos de tiempo y energía, normalmente se tarda 45 minutos más al día en sacar una cerda muerta. Así que, si tienes una cerda muerta al mes frente a cinco a la semana, eso supone un ahorro de tiempo en mano de obra. La Libra también nos ha permitido arriesgarnos con mano de obra menos cualificada, permitiéndoles crecer dentro del sistema y aprender sin causar grandes pérdidas económicas. Con una cerda más difícil, no podemos arriesgarnos a que alguien aprenda sobre la marcha porque cuesta demasiado. Ahora sí podemos. Con la cerda Libra, puedes recuperarte, y ella puede recuperarse, así que es genial permitir que la mano de obra inexperta crezca.

Yo la veo testaruda, lo que algunas personas toman como un término negativo, pero no para mí. Se mantiene fiel a su genética, pase lo que pase. Así que tiene éxito porque hará aquello para lo que ha sido criada, que es demostrar su durabilidad y resistencia criando lechones sanos.

En general, la bioseguridad es el consejo más importante. Todo el mundo se toma la bioseguridad de forma diferente, pero yo diría que los mitigadores de la alimentación pueden ayudar, que hay que tener cuidado con los puntos de entrada y asegurarse de desinfectar. También añadiría que es fundamental mantener una excelente línea de comunicación con el personal del servicio técnico. Una cosa de trabajar con Hypor es que realmente siento que se preocupan por mí y por mi negocio, no sólo por sus propios resultados.

Cuando otros agricultores se enteraron de que habíamos cambiado de genética, me preguntaron: "¿Cómo van las cosas?". Y yo respondía: "La mejor decisión que he tomado nunca". No sólo en términos de genética, sino que la gente con la que trabajamos también ha hecho que el cambio sea tan beneficioso.