Obtener el valor completo: ¿Cómo pueden los porcicultores mejorar sus resultados?

La carne de cerdo es una de las proteínas animales más consumidas en el mundo. Es una opción sabrosa y asequible que puede adaptarse a muchas recetas comunes. Pero debido a la volatilidad del mercado, los efectos perjudiciales de las enfermedades animales, la escasez de mano de obra, etc., muchos productores de carne de cerdo y miembros de la industria porcina luchan por capturar todo el valor de sus esfuerzos en sus operaciones. ¿Cómo puede la genética desempeñar un papel importante para aliviar la presión de los productores, que necesitan obtener el máximo valor de cada cerdo de su sistema?

La mortalidad y las pérdidas de oportunidad en el sistema de producción animal, repercuten enormemente en el valor económico de la producción. La salud y la supervivencia de las cerdas es un parámetro muy importante, no sólo para mantener altos niveles de bienestar animal, sino también para el balance final. Equilibrar estos dos aspectos -la necesidad de tener muchos lechones y, al mismo tiempo, proteger la salud de la cerda- es crucial en nuestro programa de selección.

Desde la perspectiva del producto, al comparar proveedores genéticos, las estadísticas de rendimiento relacionadas con la supervivencia hacen que Hypor Libra se destaque.

Con el uso de cerdas que permanecen más tiempo en el sistema, se elimina el coste de la reposición de cerdas y se reduce la necesidad de manejo adicional desde el punto de vista de la mano de obra de la granja.

La selección combinada de razas puras y cruzadas (CCPS) es una práctica crucial para medir y seleccionar la viabilidad. Las CCPS utilizan información tanto de la progenie pura como cruzada de un semental para estimar su potencial genético en un entorno comercial. Con las CCPS, probamos cientos de descendentes de cada verraco para recopilar datos sobre cómo se comportarán estos animales en condiciones comerciales.

La uniformidad es otro rasgo clave para ofrecer el mejor valor posible a los porcicultores. El peso al nacimientode los lechones se selecciona en función del peso real, pero también de la variación de pesos dentro de una camada. El objetivo es lograr un elevado número de lechones de calidad, pesados y con un peso al nacer muy similar. "Un peso promedio al nacimiento elevado" es un término que se oye con frecuencia. Pero una media de 1400 gramos puede significar, en la práctica, lechones de entre 800 gramos y 2000 gramos. En todos nuestros productos, nos centramos en reducir la dispercón del peso al nacimiento en cada camada. Para obtener el máximo valor, queremos asegurarnos de que cada lechón tenga un peso elevado al nacimiento y eliminar a los de bajo peso. Desde el punto de vista del producto, Hypor Magnus es sinónimo de lechones de calidad, con un peso promedio al nacimiento de 1,5 kg y una baja dispersión de pesos, con >96% de lechones que pesan más de 1 kg.

Medimos continuamente el peso al nacimeinto de cada lechón en las granjas núcleo y comerciales, para mantener este estándar y mejorar la calidad de los lechones. Los lechones más pesados y uniformes tienen más probabilidades de convertir el alimento de forma más eficiente y de alcanzar su valor completo de mercado en menos tiempo.

A lo largo de la fase de crecimiento, medimos el aumento de peso corporal y el consumo de pienso, lo que permite seleccionar los mejores cerdos en cuanto a crecimiento y eficiencia alimentaria. La incorporación de nuevos fenotipos, como los recogidos mediante la tecnología de cámaras, también mejora la capacidad de seleccionar en función de la uniformidad. Estos criterios de selección selectiva garantizan que los cerdos más uniformes sean los progenitores de la siguiente generación, lo que mejorará los beneficios económicos de toda la cadena de valor.

Dado que el coste del alimento representa hasta el 70% del coste total de la producción porcina moderna, el ICA tiene un enorme efecto en la rentabilidad de los productores. Mediante una amplia automatización, nuestra granja núcleo en Canadá supervisa y controla estrechamente la ingesta y la frecuencia de los piensos, el comportamiento alimentario y el peso de la cerda en gestación. Estos datos ayudan a impulsar el progreso de la eficiencia alimentaria y el crecimiento. .

Si observamos las tendencias genéticas de nuestros productos, Hypor Magnus por ejemplo, podemos ver los avances en la mejora delICA. De hecho, el índice de selección del Hypor Magnus da la máxima prioridad a la eficiencia alimentaria, representando un 30% , seguida del crecimiento.

No existe una solución sencilla para captar el verdadero valor de la carne de cerdo. Pero estos tres rasgos, supervivencia, uniformidad y eficiencia alimentaria, tienen un enorme impacto en la rentabilidad de sus operaciones. Empezar bien, con una genética porcina de alta calidad y adaptada a sus necesidades, puede suponer una gran diferencia a la hora de aportar valor para usted y para el resto de la cadena.